En su intención por cumplimentar con todas las exigencias que le imponen la Ciudad y el fiscal Galante, River trabaja para lograr la habilitación total del estadio. También se está mejorando el césped del campo de juego. En Núñez, confían en que llegarán a tiempo para el partido de la Selección y para el regreso de La Banda a su casa.
El domingo 13 de noviembre, cuando se cumplan casi tres meses de aquel debut ante Chacarita, el equipo de Matías Almeyda volverá a jugar de local en el Antonio Vespucio Liberti. Y como actualmente el estadio está habilitado solo para 40.271 espectadores, en el club de Núñez pusieron manos a la obra para recuperar la capacidad total del Monumental.
¿En qué se está trabajando? En las pequeñas irregularidades que planteó el fiscal porteño Gustavo Galante y que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires exige corregir. Estas son: el ancho de los pasillos internos de las plateas altas y las troneras de accesos a dichas plateas.
Los trabajos comenzaron en la Belgrano, donde los pasillos miden 1,30 metros, cuando deberían tener un ancho de 1,50. Por lo que River debió remover una columna de butacas aledaña a cada pasillo. Mientras que como algunas troneras no contaban con espacio de circulación a su alrededor, también se quitaron varios asientos cercanos a los accesos.
Incluso, en la Belgrano, se removió toda la primera fila de asientos, la más cercana a la baranda de contención. Con lo que River ya levantó alrededor de mil butacas de esta platea y se estima que deberá quitar otras tantas de la San Martín.
Solo de esta manera podrá solicitar una habilitación provisoria. "El club ya había presentado los planos del estadio, pero esta modificación en las plateas requirió planos nuevos. Por lo que River tiene que hacer la obra y una vez que esté terminada, probablemente se logre la habilitación provisoria del estadio para 62.000 espectadores", explicó el dirigente Darío Santilli.
"Sería provisoria porque la aprobación de los planos demandaría más tiempo, más aún con un proceso judicial de por medio", señaló el vocal titular por la minoría, quien además se encargó de aclarar: "En el club hay alguno que cree que estas trabas están relacionadas conmigo porque mi hermano (Diego) es el ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad. Su ministerio no tiene competencia en estos temas, la que se encarga de las habilitaciones es la Agencia Gubernamental de Control".
"El martes me reuní con Passarella y él mismo me reconoció que alguien le había señalado que yo estaba detrás de esto. Pero me dijo que me quedara tranquilo porque después consultó y le explicaron que yo estaba colaborando con el gerente general del club, Arnaldo Mutto, para solucionar este problema", destacó Santilli.